A 186 años de la Declaratoria de la Independencia de nuestro país, en este particular 2011 Internacional de los Afrodescendientes y de Bicentenario del Proceso de Emanicipación Oriental, el pasado jueves 25 celebramos la segunda edición de 'Cuerda de Tambores por la Identidad y la Integración' en la ciudad de Barros Blancos.
Una verdadera procesión ordenada a modo de ritual, tuvo una vez más como protagonista al Tambor, unos de los principales aportes culturales de África al nuevo continente.
Producto de la resistencia cultural de africanos y africanas esclavizados primero, y sus descendientes después, el Candombe nace y se desarrolla en Uruguay como nieto o bisnieto de las diferentes culturas africanas llegadas a nuestra tierras a través del sistema esclavista. Como única manifestación 'cultural' y 'artística' genuina y autóctona de nuestro país, el Candombe se ubica en un pilar fundamental de la cultura nacional.
En tanto, las comunidades afrodescendientes de la región se caracterizan por un sostenido estado de pobreza y exclusión económica, social y política acompañados de la escasa posibilidad de acceder a bienes y servicios. Esta realidad es fruto de un pasado histórico de exclusión e invisibilización como consecuencia directa del racismo y la discriminación racial.
Asumir la responsabilidad y el desafío de una resignificación de la cultura afrouruguaya implica modificar desde los conceptos a los hechos de tal forma que se rompa con los procesos de silenciamientos que sistemáticamente se aplican sobre las propuestas de refundamentación y resignificación.
En este proceso la cultura cumple el rol fundamental de ser instrumento capaz de dinamizar horizontal y verticalmente las relaciones sociales y políticas.
Una verdadera procesión ordenada a modo de ritual, tuvo una vez más como protagonista al Tambor, unos de los principales aportes culturales de África al nuevo continente.
Producto de la resistencia cultural de africanos y africanas esclavizados primero, y sus descendientes después, el Candombe nace y se desarrolla en Uruguay como nieto o bisnieto de las diferentes culturas africanas llegadas a nuestra tierras a través del sistema esclavista. Como única manifestación 'cultural' y 'artística' genuina y autóctona de nuestro país, el Candombe se ubica en un pilar fundamental de la cultura nacional.
En tanto, las comunidades afrodescendientes de la región se caracterizan por un sostenido estado de pobreza y exclusión económica, social y política acompañados de la escasa posibilidad de acceder a bienes y servicios. Esta realidad es fruto de un pasado histórico de exclusión e invisibilización como consecuencia directa del racismo y la discriminación racial.
Asumir la responsabilidad y el desafío de una resignificación de la cultura afrouruguaya implica modificar desde los conceptos a los hechos de tal forma que se rompa con los procesos de silenciamientos que sistemáticamente se aplican sobre las propuestas de refundamentación y resignificación.
En este proceso la cultura cumple el rol fundamental de ser instrumento capaz de dinamizar horizontal y verticalmente las relaciones sociales y políticas.
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