“En primer lugar: gustaría de presentarme. Soy profesora de Educación Musical de Primaria, ejerzo en la Escuela pública laica y gratuita y mi vinculación con este proyecto se origina hace seis años a través de la maestra afrodescendiente Julia Menezes, que percibiendo mis inquietudes me encamino a la ECMA “Escuela de Candombe” vinculada en aquel entonces al Centro Cultural Mundo Afro, hoy Escuela de Candombe TRIANGULACION KULTURAL-URUGUAY. Luego de una entrevista con el Prof. Sergio Ortuño comencé a asistir como alumna. Desde entonces todo ha sido muy fructífero, brindándome la oportunidad de transmitir esta “inquietud” a mis colegas, surgiendo instancias (aunque esporádicas) en la Escuela de Música N°265 “Virgilio Scaravelli” y en la N°310 “Hugo Balzo”.
Bien, una vez hecha mi presentación me gustaría hablar de las inquietudes que me llevaron a involucrarme cada vez más. Los educadores que estamos vinculados hace muchos años a la música, no nos cansamos de hacernos preguntas y elaborar proyectos, que algunas veces tienen respuesta inmediata y otras veces no. Una de ellas… ¿Por qué la presencia de la cultura afro y su representación más sustantiva –El Candombe- permanece “semi-oculto” en la Escuela?… ustedes dirán… se le conoce, se le menciona y hasta se cantan varias letras de Candombe, pero no se considera hasta el momento, incorporar la práctica del Tambor, la Danza, la Coreografía del Candombe en un recinto oficial. Esa invisibilidad en los medios formales de la enseñanza es la que me despierta la curiosidad, si tenemos presente que al Candombe ya hace algunos años se le ha declarado Patrimonio Nacional y recientemente Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, creo haber llegado al momento de revalorizarlo.
Todos conocemos la tradición del último día del año lectivo, cursando sexto año escolar. Bailamos el “Pericón Nacional”, que está incluido en el protocolo escolar.
Pregunto yo… ¿han observado?
No es muy común, encontrar en estas fechas tan marcantes para la vida de un niño/a, presenciar una fiesta de clausura con una Cuerda de Tambores, su danza y sus canciones (que tienen el mismo contenido de Identidad y de Patria). Cómo ignorar esa herencia africana en el Rio de la Plata que está íntimamente vinculada a nuestra identidad (???).
Quien ha tenido la experiencia de vivir por un tiempo fuera del país guarda en su memoria ciertos perfumes y sonidos inconfundibles.
En invierno el perfume del carrito de maní tostado o garrapiñada. En verano el aroma del asado del medio tanque o de los jazmines. Pero hay un sonido inconfundible y único que está presente durante todo el año y en casi todos los barrios de Montevideo (y cada día más en el interior del país), la Cuerda de Tambores. A esto le llamamos Identidad… y vuelvo a preguntar… ¿Por qué esta expresión permanece del lado de afuera del recinto escolar?... ¿Por cuales ¡¡¡academicismos!!! tendría que transitar para ser incluida como una opción más de expresión artística del educando?.
El profesor de música argentino Augusto Pérez Guarnieri en su propuesta de Educación Musical resalta en su libro “Africa en el aula” que la cultura africana posee características que le son propias, la hacen única, diferente, especial. Su música es “comunitaria” y “funcional”, es parte de la vida misma. Fomenta la “participación” y la “integración social”.
Creo que la escuela es el lugar de excelencia donde el Candombe debe estar presente, como expresión autóctona de este país. Creo que todo niño tiene el derecho de vivenciarlo desde una mirada más profunda, humana, enriquecedora, escapando del cliché carnavalesco.
Tendría muchas cosas para hablar sobre las fortalezas de la práctica del Candombe (contemplando como un todo su polirritmia, su danza, melodía y forma musical) pero… me voy a limitar a enfocar estas fortalezas mencionadas en el plano pedagógico y social. Tanto en lo actitudinal, procedimental, como en lo cognitivo.
La escuela como parte de esta sociedad refleja toda la problemática social por la que atravesamos. Una mirada sobre el sistema nos muestra una “pobreza de lenguaje”, “pérdida de creatividad y expresividad” donde la interacción social de la escuela queda en desmedro frente a la fuerte influencia por los uniformantes medios de comunicación, donde muchas veces se divulga la burla, la discriminación, la intolerancia, el individualismo… en fin, todo lo contrario a lo que como Educadores debemos fomentar: la tolerancia, la comunicación, el respeto, etc.
El Candombe, en particular su musicalidad por medio de la cuerda de Tambores, es la herramienta por excelencia que nos brinda la posibilidad de destacar la importancia de las relaciones interpersonales hacia un rescate del sentido comunitario.
No es posible integrarme a una cuerda de Tambores, si no escucho al otro Tambor, no puedo desarrollar y aportar un toque creativo, si no considero el “dibujo” o “fraseo” de los otros registros de Tambor, no puedo avanzar si no “interiorizo” ese pulso que a pesar de las diferencias, es común a todos, “la clave”. Propulsora de esa energía circulante dentro de la orquesta de Tambores (Vean ustedes, que parecido es con los valores positivos de la vida)!!!
Tampoco quiero dejar de enfatizar que se pregona centenares de veces en los procedimientos metodológicos insistiendo en permitir que la “vivencia” anteceda a lo teórico como el camino correcto a seguir.
Pienso que es posible desarrollar este proyecto junto a las autoridades y que recibiríamos su apoyo, pero no sería suficiente si no se integrase en este a los verdaderos actores y generadores del Candombe, los músicos afrouruguayos, y tampoco sería posible si no respetásemos su propia metodología de transmisión musical y cultural.
Me atrevería para finalizar, mencionar algunas frases de un colega el Profesor de Música Gustavo Reyna. Que cuando al alumno se le exige mantener la clave, es como decirle supérate constantemente. Presta atención, concéntrate, quiere decir “no pierdas la oportunidad que te brinda la vida”. Escuchen lo que tocan los demás es exactamente: escuchar a los demás y respetar las diferencias.”
Ponencia Prof. de Música Susana Cazaux
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