Misión

Triangulación Kultural (TK) surge como un instrumento de desarrollo para nuestras comunidades, enmarcada en un círculo de retroalimentación que une tres naciones protagonistas en el holocausto más grande que hemos vivido como humanidad. Nuestro plan de acción delineado a partir del año 2006 con un objetivo claro de resignificación cultural a partir del intercambio y aprendizaje de aspectos comunes en nuestras identidades llevó a la consolidación de asociaciones civiles sin fines de lucro en: Uruguay (2010), Francia (2011). Alzamos la matriz africana de la cultura uruguaya como embanderada de acción, unión y desarrollo, como un ejemplo de convivencia a implementar a nivel mundial, honrando y ubicando a todo un país en un lugar de privilegio. Es por ello que somos testigos y partícipes de la necesaria y fundamental atención en el desarrollo de los productores de dicha cultura. Haciendo particular hincapié en la EDUCACIÓN como la vía certera de transformación y reconocimiento de nuestras diferencias como riquezas, nuestra misión parte de tomar las artes como herramienta política de desarrollo, creando espacios intergeneracionales e interculturales a partir del aprendizaje y el estudio minucioso de la cultura del Candombe.

Música Negra de la Ciudad de Montevideo "Víctimas de la Verdad"

...es también un homenaje a los que no están, "si en la materia se que los seres no son eternos" versa una de las tantas obras de Carlitos Silva, canción dedicada a su madre:


"En un tramo de la vida
perder las cosas queridas
nunca es real
porque están dentro de vos
y en cada puesta de sol
siempre estarán
vivirán dentro de ti
te ayudarán a sentir
la vida

Si en la materia 
se que los seres no son eternos
cada vivencia
se va guardando dentro del ser
por eso todos
y cada uno vamos sientiendo
a nuestros seres
más entrañables bajo la piel"


Juan Carlos Silva Martínez
(24/12/1953) - (09/07/2014)  
Uruguayo
Músico, compositor y activista

Relato autobiográfico:



Hijo de una familia de padres trabajadores el menor de cuatro hermanos, crecí como era costumbre de las familias de la época tutelado por la hermana mayor que se erigía en una suerte de matrona supliendo a la gran mamá, que por razones laborales y en pos de llevar adelante el grupo familiar faltaba algunas horas del núcleo, generando así que los hermanos crearan entretenimientos para que el “menor” la pasara lo más tranquilo posible y no encuentran mejor interlocutor que el canto y el ritmo para tal cometido, tal vez es allí donde explotan la pasión por la música y el canto, que me seguirá acompañando probablemente hasta mis últimos días. 

La influencia de la música Argentina por intermedio de los cuartetos folklóricos hace que después de comprar mi primera guitarra y ligar el obsequio de unas clases de acercamiento a Menossi, que era uno de los mas encumbrados maestros a los que aun se puede recurrir, comencé a armar grupos, reproduciendo sus temas pero ganando en el contacto con distintas formaciones, registros, modismos y el estudio de una suerte de apresuramiento al conocimiento del color y calor de las voces. 

Allí surge la necesidad de comenzar a transmitir las tristezas y alegrías del entorno, viendo que los jóvenes no encontrábamos en los textos realidades que directamente nos aludieran, basados en que se consideraba a la música negra festiva, pocos cantautores estaban dispuestos a que los tildaran de locos, arriesgándose a escribir cosas más comprometidas, en conocimiento que de poetas y de locos todos tenemos un poco, tome la decisión de emprender el camino de intentar plasmar en los textos lo que generara el diario vivir. 

“Cuestión de piel”, marca la necesidad de explicar que todo el órgano mayor del cuerpo debe estremecerse ante nuestro ritmo, como demostración de respeto y comprensión, de allí, a la demanda almundo de que no ignorara la aberración humana lo que ocurría en Sudáfrica, con “Querido Nelson Mandela”, y en esa línea alzar la voz desde aquí por el genocidio de “Somalia”. Ante lo movimientos políticos del momento, privatizaciones y demás viene “Caramba” que dice “no dudes que un día mañana, en cualquier momento, importen cinco o seis gringos de aquí o de allá, y le vendan tres tambores, sin darles el fundamento, regalándoles el ritmo del Uruguay”, seguido de “Sentires”, rezando, “canto siempre que puedo, te tengo que cantar, porque somos distintos pero estamos igual”, la ley de la vida me despoja de un hermano, con capacidad diferente, “El ángel niño de piel morena”,fue mi forma de perdurarlo mas allá del cariño, también trabajamos en el área de la capacidad diferente aprovechando el cambio de visión de la gente de sacar a sus familiares a la calle a que convivan su propia patología con similares y con la sociedad, permitiendo axial desplegar su máxima capacidad. La Guerra del Golfo, nos lleva a la “Llamadita por la paz”, decía “en mi carrera jamás me hube puesto a pensar, pero tres niños tocando en latas me conmovieron, porque tocaban una llamadita por la paz”. También hicimos referencia a algunos compañeros que fuimos perdiendo, “Ranquincarantumpa”, un sonido onomatopéyico que nos permitía una relación entre el canto y el tambor definitivamente pleno, de rítmica y cariño por todos aquellos. El crecimiento de mis hijos me inspira dame una esperanza “ PAIS”, “Juventud” fueron formas de ir con ellos y todos sus contemporáneos, en “LUGAR” destaco los bastiones que han mantenido nuestra cultura viva, “Martín”, “Artista Callejero”, “Dejarte”, “La de Ejido”, ”Me falta un piano”, ”A la muñeca” y más de cien temas, conjuntamente con un cúmulo de proyectos, y otros que concretados te dejan de entusiasmar en “Vuelvan”, los conmino a todos a llegar porque son una parte de mi vida, después de mis amores, son mi vida.

J. C. Silva

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